Innovación Energética; A lo largo de la historia, y especialmente en los dos últimos siglos, la energía ha estado en el origen de todos los grandes cambios económicos que se han producido. Históricamente, el crecimiento de la población y de los ingresos ha impulsado la demanda de energía, pero hoy nos enfrentamos a un escenario en el que algunos combustibles fósiles están en su fase descendente, mientras que la población y el consumo de energía aumentan.

La innovación energética será el futuro motor de la industria y el hogar.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el gasto energético podría aumentar un 25% de aquí a 2040. Esto se debe a que algunas potencias productoras, como India y China, necesitarán producir más para satisfacer las necesidades de la humanidad.

Sin embargo, no es necesario que cunda el pánico todavía. Según la misma institución, la demanda mundial de energía disminuyó un 5,3% en 2020, debido a la pandemia y a los cambios en los hábitos de la población.

Así, debemos considerar que la innovación que se está produciendo en el sector energético se basa en 3 dimensiones: tecnología, negocio y regulación. Quizá uno de los avances más importantes esté relacionado con el Acuerdo de París, que prevé una transición energética en el futuro. La idea es que las empresas y los estados puedan integrar diferentes mecanismos para generar energía renovable. En otras palabras, el mundo debería empezar a utilizar fuentes de energía alternativas.

Por lo tanto, los diferentes desarrollos en el sector energético están justificados por la lucha contra el cambio climático. Las nuevas tecnologías desempeñan un papel fundamental en este proceso.

La Industria 4.0 va a suponer una auténtica revolución tecnológica para la industria, en la medida en que será posible fabricar productos con mayores niveles de calidad, más rápidamente y a menor coste, gracias a esta optimización de los recursos. Y en esta optimización de recursos, la eficiencia energética será uno de los puntos más importantes, ya que la energía es uno de los costes más representativos de la industria.

La Industria 4.0, también conocida como ciberindustria, hace referencia a la cuarta revolución industrial, que se basa en la introducción de la tecnología digital en el ámbito industrial, donde su principal objetivo es tratar de organizar los medios de producción hasta transformar las fábricas actuales en «fábricas inteligentes», para que se adapten de forma óptima a las necesidades de la producción y, en consecuencia, a los propios procesos productivos, para conseguir una asignación de recursos mucho más eficiente.

De hecho, en el mundo actual, el consumo de energía en la industria representa aproximadamente un tercio del consumo total de energía. Por lo tanto, el control y la gestión del consumo de energía en los procesos industriales estará presente y será un objetivo clave de la Industria 4.0, ya que afectará en gran medida a la competitividad de cada planta.

Ver Impacto de la Industria 4.0 en la Educación.