Calcular Consumo Eléctrico, ¿Cómo se Hace?

El consumo de electricidad es la cifra que representa la cantidad de luz utilizada en un periodo determinado. Este consumo varía en función del perfil de consumo de cada hogar, pero es posible llegar a una media calculada en función de la potencia de nuestros aparatos electrónicos y del número de horas que están encendidos al día/semana/mes.

Así, el consumo de electricidad se representa empleando la unidad de referencia kWh.

Para saber cómo calcular el consumo eléctrico, primero debes entender por qué es tan importante hacer las cuentas.

Conocer tu consumo medio de energía te permite ser consciente de las necesidades energéticas reales que tienes. ¿Y qué significa esto? Es sencillo: significa que puedes contratar el mejor operador y la mejor tarifa para tu perfil de consumidor.

Con la tarifa adecuada, puedes ahorrar a final de mes y sentir el impacto positivo en tu presupuesto familiar.

Imagínate, pues, el ahorro total que puedes conseguir en todo un año de reducción de facturas.

Es una tarea que requiere algo de tiempo y dedicación, pero que compensa a todos los consumidores.

Coge lápiz y papel, no olvides la calculadora, y empecemos a entender cómo el cálculo del consumo de energía puede contribuir a nuestras finanzas.

En un resumen muy sencillo, es importante tener en cuenta 3 parámetros importantes para encontrar nuestra estimación media de consumo de electricidad.

1. Cuántos electrodomésticos utilizamos a diario.
2. Cuánta potencia tiene cada uno de ellos.
3. Cuántas horas están en funcionamiento por día/mes.

También hay que recordar que nuestro consumo también varía según las estaciones del año. Por ejemplo, es natural que, con menos horas de luz, encendamos antes las luces de nuestra casa en invierno, y durante más horas.

¿Cómo debo calcular el consumo eléctrico de mis electrodomésticos?

Lo ideal, para simplificar el proceso, es dividir los electrodomésticos y otros equipos electrónicos en categorías.

Puedes basar esta división en su función, por ejemplo. Así, divide los aparatos en las siguientes categorías de consumo energético: iluminación, aire acondicionado, ACS (agua caliente sanitaria), cocina y otros equipos (ordenadores, televisión, equipos de música, etc.).

¿Sabías que la cocina, con todos sus electrodomésticos, suele ser el lugar de la casa donde más electricidad se consume? El horno, el microondas, el lavavajillas y, por supuesto, el frigorífico son los grandes culpables.

En el mismo sentido, la climatización de la vivienda también puede suponer un gran consumo de electricidad, y esto tiene que ver, sobre todo, con el uso de aires acondicionados y calefactores eléctricos.

¿Cómo puedo calcular el consumo de energía de un aparato electrónico?

Si crees que calcular el consumo de un aparato es complicado, no debes preocuparte: es mucho más sencillo de lo que parece. Sólo hay que multiplicar la potencia del aparato (kW) por las horas de utilización.

Practiquemos para entender mejor…

Imagina que tienes una placa eléctrica y la utilizas, más o menos, 30 horas al mes. Su potencia es de 1,35 kW. Ahora, hacemos las cuentas contigo:

Calcular consumo eléctrico: 1,35 kW x 30 horas = 40,5 kW.

El consumo de tu placa, en este caso ilustrado, sería de 40,5 kW al mes. Este cálculo, realizado para todos los aparatos electrónicos de tu casa, te permite conocer tus necesidades de consumo mensual y así elegir la mejor potencia a contratar,

Ahora, para saber cuánto consume tu equipo de energía, en euros, sólo tienes que multiplicar la cifra encontrada de kW por el precio del kWh descrito en tu tarifa contratada.

¿Has hecho los cálculos con detalle y aun así las facturas no coinciden con el consumo descrito en la factura? Calma, tratemos de entender lo que está pasando.

En primer lugar, es importante entender que consumimos energía incluso cuando no estamos en casa y no tenemos nuestros aparatos funcionando. Esto significa que si no adoptamos medidas para ahorrar energía en el día a día, no será posible saber exactamente cuánta energía estamos consumiendo realmente, incluso en los momentos en que no estamos consumiendo energía de forma consciente.

¿Sabías, por ejemplo, que tus aparatos electrónicos consumen electricidad en stand-by? Sí, aunque estén apagados, si están enchufados… Están trabajando para ti, aunque sólo te des cuenta cuando llega la factura de la luz. El horno microondas es un excelente ejemplo de consumo elevado que puede evitarse.

La clase energética de tus equipos también influye directamente en tus facturas, por eso hay que fijarse siempre en la etiqueta energética. E incluso las bombillas que utilizas para iluminar tu casa afectan al importe que pagas a final de mes.

Ver ¿Cuáles Son las Bombillas que Menos Consumen?

Echa un vistazo a los consejos de ahorro de energía para asegurarte de que los importes que facturas se corresponden con el cálculo de tu consumo medio.

No podemos hablar de calcular consumo eléctrico sin dar unos buenos consejos de cómo disminuirlo. Atento a estos sencillos trucos.

• Sustituye las bombillas tradicionales por bombillas de bajo consumo o LED.
• A la hora de comprar, elige aparatos de clase energética superior: A, B o C.
• No insistas en el modo de espera de tus aparatos electrónicos: cuando no los uses, desenchúfalos.
• En el congelador o arcón, evita que el hielo alcance capas de más de 3 centímetros de grosor.
• A la hora de planchar, aprovecha el calor: aunque esté apagada, la plancha puede dar buenos resultados a la hora de planchar las prendas más sencillas o pequeñas.
• En los días más calurosos, abre las ventanas y ventila las habitaciones, como forma de evitar el encendido de ventiladores y aparatos de aire acondicionado, que tan a menudo pueden dejarse descansar.
• ¿Baños? Menos tiempo, por favor. De 5 a 10 minutos es más que suficiente.
• Colores claros en las paredes. ¿Nunca lo habías pensado? Entonces hazlo: ¿con qué frecuencia tengo que encender las luces antes o encender más luces por la noche en las habitaciones con paredes de colores más oscuros?
• Por último, y nunca menos importante, dejamos la regla de oro que estamos tan acostumbrados a escuchar: apagar las luces y los aparatos cuando se abandona la habitación.

Ser más consciente de los factores que influyen en el ahorro de electricidad y/o gas es un paso que permitirá reducir considerablemente los gastos en las facturas, y ¿a quién no le gusta pagar menos? Además, la reducción del consumo ayuda al medio ambiente, en un momento en que debemos ser más conscientes del derroche energético.

Lo escuchamos en todas partes: la crisis climática es una realidad y es urgente. Cada uno de nosotros tiene un papel fundamental en la reducción del daño causado al planeta, y la reducción del consumo es uno de los pasos que debemos dar todos juntos.

Empieza a calcular tu consumo energético para ahorrar en todos los sentidos y, al mismo tiempo, compra energía respetuosa con el medio ambiente.